El
Sr. Ignacio Bosque, destacado catedrático de la Universidad
Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia Española, en su
visita a Uruguay para impartir talleres en la maestría sobre
gramática española, que dictan en conjunto la Universidad de la
República y el Consejo de Formación en Educación de la ANEP.;
maestría que se inició este año con un cupo para 50 estudiantes,
pero cuya demanda superó las expectativas, registrando 180
interesados. Para Sr. Bosque, gran parte del problema que hoy afecta
a la enseñanza de la lengua española tiene que ver con la forma en
cómo los estudiantes sienten la lengua.
¿Qué
es la gramática?
La
gramática es la arquitectura del pensamiento; Es la parte más
importante de la lengua. La gramática es el sistema que nos permite
armar todo lo que pensamos, sentimos y decimos. Transmitir el
conocimiento y la enseñanza de la gramática es un aspecto
absolutamente esencial de la educación.
¿Qué
es lo más importante que aporta la gramática al conocimiento de la
lengua?
La
gramática es un parte de nosotros mismos. Cuando uno entiende la
gramática, se entiende a sí mismo. Además permite conocer la
propia lengua.
¿Cree que en la escuela habría que enseñar más gramática?
Sobre todo, hay que enseñarla mejor. La gramática se presenta como un sistema de etiquetado automático y muy poco reflexivo. La gramática tiene mucho de rutina. Hay que cambiar la rutina por la reflexión. Saber lo que estamos analizando y penetrar el significado.
¿Eso
se da en las escuelas de España y de Uruguay?
Sí,
en todos los países hispanohablantes. Hay que cambiar el mundo de la
enseñanza.
Si
usted fuera el responsable de mejorar la enseñanza de la lengua
española, ¿qué mejoraría?
Lo
fundamental es convertir la rutina en reflexión. Los estudiantes
piensan que la lengua no tiene nada que ver con ellos, piensan que es
un sistema ajeno, y no es verdad. La lengua forma parte de nosotros,
está dentro de nosotros. Una profesora argentina siempre dice que
pensamos la lengua como un instrumento, y hablamos siempre del uso de
la lengua. Ella dice, uno no usa la respiración o el sistema
circulatorio. Con la lengua es lo mismo. La idea fundamental sería
conseguir que los estudiantes entiendan que la lengua les pertenece y
que no la vean como algo externo. La lengua está dentro de ellos.
¿Qué
opinión tiene de las nuevas tecnologías? Parece que han perjudicado
el uso de la lengua…
Los
telegramas existieron siempre y nunca perjudicaron la sintaxis. Yo
creo que los que usan la tecnología saben que se trata de un uso
ocasional restringido a ese medio. Los alumnos son bastante
conscientes. Si escriben un texto formal, por ejemplo una tesina,
saben que no pueden poner "porque" con "xq".
¿No
le preocupan las nuevas tecnologías, entonces?
Son
códigos y registros diferentes. No se habla igual a un amigo, que a
un vecino, que al médico. Eso se llama registros diferentes. Los
estudiantes, creo, los comprenden bien.
¿Cómo
se entusiasma a los jóvenes? ¿Qué deben hacer los docentes para
que escriban mejor?
Yo
llevo 40 años contestándome la pregunta, cómo hacerles ver que la
lengua les pertenece, que no es algo ajeno. Buena parte de mi trabajo
ha consistido en idear recursos para estimularlos, para atraerlos.
Cuando un profesor de ciencias naturales explica el corazón, el
alumno sabe que es su corazón.
Cuando
un profesor de lengua explica la estructura de las unidades
sustantivas, el alumno no piensa que son las suyas, piensa que son
las del profesor, la de la Real Academia. La gran necesidad de la
enseñanza de la gramática es cambiar esa percepción. Hacerles ver
que la lengua les pertenece y, por lo tanto, conocerla mejor es
conocerse mejor a sí mismos.
Nota:
Por
ser muy interesante, a mi gusto, el artículo, he decidido
transcribirlo prácticamente textual -si realizar un extracto-, para
que se pueda apreciar el rico contenido del mismo.
Fuente:
elcastellano.org – Nota publicada el día 22/12/2015.
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