CLASIFICACIÓN
DE LAS LENGUAS
Es
sabido que el género humano, por naturaleza, tiende a relacionarse;
el ser humano es un ser sociable; vive en sociedad con otros de su
especie y, en su alma, lleva la necesidad de comunicarse con sus
semejantes; es el lenguaje el principal medio de enlace, el vínculo
de unión entre los diversos componentes de los grupos humanos.
El
sitema natural de expresar los sentimientos y pensamientos, puede ser
inarticulado (gritos), mímico (gestos) o articulado que es el
lenguaje propiamente dicho: palabras, sintagmas, frases, etc.
La
sociedad, los grupos humanos, aun siendo poco civilizados,
normalmente, manifiestan sus cogniciones y afecciones por medio de
sonidos expresados en una doble articulación: en la primera, se
combinan monemas; y en la segunda, combina signos que no significan,
pero sirven para diferenciarlos entre sí, son los fonemas; y,
solamente, al adquirir un nivel determinado de cultura, llega a
representar estos sonidos por medio de signos gráficos (lenguaje
escrito).
Sin
embargo, el lenguaje no es lo único, no se utiliza el mismo, sino
que cada comunidad humana recurre a un sistema especial y propio de
expresión; este sistema particular de cada una de las sociedades se
llama lengua: el instrumento que manifiesta su capacidad
comunicativa.
Desde
los tiempos más remotos, el hombre ha usado un sistema lingüístico
sin preocuparse de estudiar su propio idioma. Solamente, al llegar a
una etapa de civilización relativamente avanzada, a un desarrollo
cultural más profundo, ha reflexionado sobre sus propias y
particulares formas idiomáticas; de lo que surge una ciencia del
lenguaje: la Gramática.
La
Gramática es una Ciencia que consiste en el estudio científico de
los procedimientos adecuados para expresarse en una lengua, por
ejemplo la gramática española, por tanto, será el estudio metódico
de los procedimientos, orales o escritos y el conjunto de normas, que
enseñan a hablar, leer y escribir el idioma Español.
Para
ello encontramos que las lenguas se clasifican en tres grandes
grupos:
1)
Monosilábicas: En donde sus palabras son raíces invariables,
sin declinación ni conjugación; sólo el lugar que ocupan en la
frase indica su valor de nombre, adjetivo o verbo.
Pertenecen
a ellas el idioma Chino (con sus diversos dialectos), el Tibetano, el
Birmano, el Annamita y el Siamés.
2)
Aglutinantes: Las palabras se yuxtaponen, pero no se funden
entre sí. La unión externa de varias palabras constituye la frase.
A este grupo de lenguas encontramos a las caucásicas y
uralo-altaicas, el idioma Japonés, el Coreano, las lenguas
Malayopolinésicas, las lenguas originarias americanas (Quechua,
etc.), las de las regiones árticas, etc.
3)
Flexivas: las palabras están formadas por una «raíz», que se
completa o modifica mediante «morfemas», los cuales se combinan con
ella o entre sí formando un todo. Se pueden establecer tres
subgrupos :
A)
Semíticas: Idiomas Hebreo, Árabe, etc.
B)
Camíticas: idiomas Copto, Etíope, Libio-Bereber, etc.
C)
Arias o indoeuropeas: Céltica, Griega, Germánica, Itálica,
Indo-irania y Balto-eslava.
Se
ha podido saber que las lenguas indoeuropeas derivan de una primitiva
lengua común, perteneciente a un pueblo muy antiguo y, que de ese
primitivo pueblo indoeuropeo, dotado de enorme vitalidad y portador
de un destino histórico inigualado, fueron desgajandose, una tras
otras, numerosas tribus, que si bien su expansión fue lenta, pero
continua, duró siglos enteros, Bopp, filólogo alemán, estudió los
parentescos lingüísticos y culturales de los pueblos que forman la
familia étnica indoeuropea.
Tomando
como base el estudio comparativo de sus respectivas lenguas, dedujo
los rasgos culturales comunes, es decir, los que tenían antes de su
dispersión, el exámen de su léxico muestra que no conocían la
flora y fauna de los países cálidos, la pesca y el arte de navegar;
Su patria de origen se hallaba en el interior, concretamente en la
estepa. Usaban la numeración centesimal y decimal. Conocían el
caballo y el carro, el buey y la oveja, socialmente, estaba
organizado en el sistema tribal, basado en la autoridad patriarcal de
la familia, la cual, junto con la casa, era propiedad del padre.
Propensos a la democracia, desconocen la existencia del rey o
autoridad equivalente y, cuando lo tienen, se trata de una imitación
propia de pueblos indoeuropeos marginales.
Fuente:
Texto original de Camilo V. Mudarra es Lcdo. en Filología Románica;
Catedrático de Lengua y Literatura Españolas, Diplomado en Ciencias
Bíblicas y poeta.
Fuente
Imagen: idiomas-astalaweb.com
Luisem.-
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