18.3.16

La lengua materna prepara el cerebro para aprender otros idiomas.

El idioma materno nunca se olvida, por más que una persona haya dejado de hablarlo tempranamente en su vida para adoptar otro, e incluso podría influir en cómo se procesan los sonidos de otras lenguas; un nuevo estudio publicado recientemente en la revista científica Nature Communications, daría crédito a ello.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad McGill de la ciudad de Montreal (Canadá), abre una puerta al entendimiento de cómo funciona la "plasticidad" cerebral, o cómo el cerebro desarrolla sus conexiones, y podría dar pie al desarrollo de métodos educativos más efectivos para hablantes de distintos idiomas, explicó la institución en un comunicado.

Esta nueva investigación agrega otro ángulo al entendimiento de cómo el bilingüismo funciona en el cerebro; es sabido de los beneficios del bilingüismo, confirmados por múltiples investigaciones, especialmente cuando la adquisición de esos idiomas comienza desde temprana edad.

Por ejemplo, para los hispanos que hacen su vida en Estados Unidos, crecer entre los idiomas inglés y español -entre otros idiomas- puede derivar grandes oportunidades educativas y laborales.

Ser bilingüe supone una ventaja para la capacidad cognitiva del cerebro, la misma que juega a favor de quienes buscan ejercitarlo para mejorar importantes actividades como la memoria y la atención, aquellas personas bilingües también practican constantemente la flexibilidad cognitiva al decidir cuál lengua hablar y cuál suprimir de acuerdo con el contexto en que se encuentran, habilidades que también aplican a la capacidad para adaptarse a cambios de manera fácil y procesar información de un modo eficiente.

La investigación incluyó y sometió a tres distintos grupos de niños, entre los 10 y 17 años de edad, a resonancias magnéticas funcionales (FMRI, por sus siglas en inglés) mientras escuchaban palabras inventadas que sonaban a francés, como "vapagne" o "chansette".

El primer grupo era de niños nacidos y criados en hogares francohablantes. El segundo estaba compuesto por niños chinos adoptados antes de los tres años de edad- por una familia francohablante, que dejaron de hablar chino y sólo hablaban francés. El tercer grupo era de niños bilingües en chino y francés.

En los cerebros de los niños exclusivamente francohablantes, las partes involucradas en el procesamiento de los sonidos asociados al lenguaje se activaron, mientras que en los otros dos grupos de niños expuestos al chino se activaron esas partes, y otras más, como las asociadas a la memoria y a la atención general.

Además, los científicos observaron que los niños chinos que fueron adoptados por familias francesas y que ya no hablan chino, que al momento del estudio eran monolingües, procesaban el lenguaje de una manera similar que los niños bilingües.

"Durante el primer año de vida, y como un primer paso en el desarrollo del lenguaje, los cerebros infantiles están altamente afinados para recoger y almacenar información sobre los sonidos que son relevantes e importantes para el idioma que escuchan a su alrededor", dijo una de las investigadoras, estudiante de doctorado Sra. Lara Pierce.

"Estos resultados sugieren que los niños expuestos al idioma chino como infantes procesan el idioma francés de una manera distinta a los niños que sólo hablan el idioma francés", agregó Sra. Pierce.

Los investigadores creen que los hallazgos de esta investigación demuestran la influencia del lenguaje materno en el desarrollo cerebral, y la capacidad del cerebro de adaptarse a nuevos idiomas.

Fuente: elcastellano.org 19/12/2015.

Luisem.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario